«Acunada por la bruma, en el punto exacto de la encrucijada de infinitos caminos, se alza la Biblioteca de los Perdidos».
Himno
de los
Perdidos
Escúchalo aquí:
7 de febrero de 2025

Ruinas & Descontrol

Custodio:

—¡Bienvenidos de nuevo, familia, a “Ruinas & Descontrol”! ¡Yo soy Riki y este ceporro de aquí, como bien sabéis, es Antonio “atómico”! Saluda Toñito, hombre.

—¡Ey, ey, ey que pasa tíos!

—¡Como ya os habréis dado cuenta los más avispados de vosotros, hoy es un día super especial! ¡A partir de hoy, os podéis ir despidiendo de la Go Pro! ¡Di hola, cari!

—Ho-hola, chicos…

—¡Os presento a mi chica, Helena! ¡A partir de ahora tenemos cámara en el canal! Choca esos cinco, Tony.

Hell yeah!

—¡Bueno, al lio! Lo que tenemos hoy entre manos es una barbaridad. ¡Mirad como mola este sitio! ¿Qué estamos mirando, maestro de la Wikipedia?

—¡Buah! Lo de hoy es gordísimo. Este pedazo de mansión, lo construyeron en 1800 o así para una familia de ricachones de los de verdad. Debian tener negocios por toda Europa, tío. Lo que se dice ricos, ricos.

—¡Que pasada, macho!

—Pues espérate que ahora viene lo bueno. El pedazo de mansión esta, pues debió ser de la misma familia durante un copón de años, pero en los años veinte o así, al ricachón de turno se le debió ir la perola o algo y, desde entonces, no ha tenido huevos comprarla ni cristo.

—¡¿Un pirado?! Que me estas contado, tío.

—Lo que oyes, tío. En internet, hay hasta artículos de periódicos super viejos hablando de cuando metieron al pavo en un manicomio.

—Buah, chicos. Vais a flipar con lo que nos vamos a encontrar ahí dentro. Vamos a ello. Toño, saca la “llave universal” marca patentada de “Ruinas & Descontrol”.

—¡Me encanta esta parte! Y recordad lo que siempre os digo chicos: Si no cambias de vez en cuando las cuchillas, las cizañas no valen ni para cagar.

—Haced caso al hombre, que ha visto más calle que el suelo de un bus nocturno.

—Pedazo de cadena, macho. Échame una mano.

—¿Estáis viendo eso? Acércate, cari. Una cadena de estas, no se pone si no quieres guardar algo tocho.

—Que sí, que sí, pero que hagas fuerza, capullo. A la de tres: Uno, dos, ¡Tres!

—¡Ostras! Igual tienes que cambiar las cuchillas…

—¡Lo que pasa es que eres un blando! Jajaja.

—Te voy a dar yo a ti blando… Bueno, ya sabéis todos lo que toca ahora: ¡Patada y para dentro!

—¡Te lo había dicho, tío! Ricos, pero de verdad.

—Cari, tienes que grabar esto. ¡Qué pasada! Pero si no se han llevado ni los muebles… Tú sabes de arte y esas cosas ¿Verdad, Helena? Esto tiene que ser barroco o algo de eso.

—Es Art Nouveau…, el barroco es del siglo…

—¡Esto es la hostia, Riki! El maldito premio gordo ¿Te lo dije o no te lo dije?

—Si es que cuando tienes razón, la tienes macho. ¡Esto es una mina!

—¿Por dónde empezamos? ¿Ático o sótano?

—Por abajo, siempre por abajo ¿A qué si chicas? Jajajaja. Chócala tío.

—¡Cómo sabes, perro! Bueno, yo voy a buscar la puerta al sótano. Te dejo con la churri, pero portaos bien que hay niños en la audiencia.

—Si claro, para que luego te quedes con todo el mérito, ¡más quisieras!

—Bueno, pues venid. Tiene que estar por aquí cerca. Vamos a mirar esta mismo. ¡Ey, ey, ey! Esto tiene pinta de ser una despensa o algo, ¿no? Mira, hay una trampilla en el suelo.

—¡Madre! Acércate, cari, graba bien esto. ¿Estás seguro de que es la entrada al sótano?

—¿Y qué más va a ser? No creo que los ricachones estos tuvieran un búnker antibombas en 1800.

—Tío, está atascada.

—Dame un segundo… ¡Ugh! Está cerrada con un candado viejo.

—Pues ya sabes lo que toca, maestro cerrajero. Chavales, para estas cosas siempre hay solución. ¡Saca la “llave universal”, Toño!

—¡Dios! ¡Cómo me gusta este trabajo! ¡Bingo!

—¡Damas y caballeros, bienvenidos al infierno!

—¡Que comience el show!

—Corre, ven Helena, pero ten cuidado con las escaleras que no se ve un carajo. ¿Llevas la linterna Antoñito?

—Yo vengo preparado, no como otros que yo me sé…

—Pues dale y deja de cacarear. ¡Para abajo que vamos!

—Tío, a este paso pensaba que íbamos a aparecer en Australia. Subir luego va a ser una liada.

—Tíos… esto es enorme.

—Pero qué coj… ¿qué es eso?

—Helena, dime que lo estas grabando. ¿Qué narices es eso?

—N-no lo sé. Esto… no sé qué es. Se parece a las Venus paleolíticas, pero… tiene algo… no sé. Es raro.

—Parece salida de una peli de terror, macho.

—¡Bro, no toques eso!

—Tranquilo, tío. No va a morder. Helena, grábalo bien. Esto es una locura. ¿Qué eso que hay escrito en la base?

—Creo que es latín… pero es rarísimo. No reconozco muchas palabras.

—Prueba a leerlo en voz alta, a ver qué pasa.

—¡No, no, no! ¿Tú has visto alguna película de miedo en tu vida? ¡Así empiezan las maldiciones!

—Ricardo esto no me gusta…

—No me os rajéis ahora. Esto es lo más tocho que hemos gravados en nuestra vida. ¡Vamos a ser famosos!

—Yo me piro de aquí. Si quieres tú el mal yuyu, te lo puedes quedar todo para ti. Ahí atrás había una puerta, voy a ver que hay dentro.

—Ya lo leo yo, cagaos: Om…omnes scalas asce…ascendimus, pauci evasi…mus. Timete… eum. ¿Qué significa?

—Ya te he dicho que no lo sé. !¿Qué ha sido eso?!

—Nada mujer, pues la corrienete ¿Qué va a ser si no? Mira, tiene algo en la mano. Voy a cogerlo.

—Ricardo, por favor, no toques nada.

—Vamos mujer, que no pasa nada. Ademas, algo tendremos que llevarnos para sortear en el proximo stream.

—¡PAREJITA, AQUI HAY COMO UN DESPACHO!

—¡ESPERA UN SEGUNDO, TOÑO, QUE HAY QUE GRABARLO! ¡AHORA VAMOS! Si que está dura la cosa esta…

—MIRA, UN ALBUM DE FOTOS DE UN RARITO. ¡HOSTIAS TU! EL PAVO ESTE ES CLAVADITO A TI.

—¡LENGUAGE TOÑO, QUE LUEGO NO PODEMOS MONETIZAR!

—¿QUÉ COJONES? PERO SI ESA ES TU CHUPA…

—¡QUIERES DE DEJAR DE JURAR! TE HE DICHO QUE AHORA VAMOS.

—¡ES LITERALMENTE LA QUE LLEVAS HOY, TÍO! ¡ESTE PAVO ERES TU!

—¿QUE MAMONADAS ESTAS DICIENDO?

—QUE SI HOSTIAS. MIRA, AUN HAY MÁS PAGINAS.

—No se suelta la mierda esta… ¡Ahora!

—RICARDO… ¿QUÍEN SON ESAS TIAS?

—¿DE QUÉ HABLAS? PIRAO.

—¡ME CAGO EN DIOS, RICARDO, EN ESTAS FOTOS HAY MUCHA SAGRE!

—¡¿PERO QUÉ DICES?!

—¡PUTO ENFERMO DE MIERDA! YO ME PIRO DE AQUÍ.

—¿A dónde cojones vas, Antonio?

—!Mira esto, cabronazo! ¡¿Qué cojones te pasa?!

—¡¿Pero qué cojones estás diciendo?! ¡Yo no he hecho nada!

—¡Eres tú, joder! ¡En las fotos! ¡Míralas! Mismo abrigo, misma puta cara. Y esas tías… ¡Esto es una maldita carnicería!

—No… esto es imposible. Yo… yo nunca…

—Ricardo, nos largamos de aquí. Ahora mismo.

—¡Yo no voy ningún lado con este puto degenerado!

—¡Chicos, parad de una vez! ¿Qué coño es ese ruido?

—¡¿Qué cojones?! ¡Es una puta risa!

—¡Nos vamos, pero ya! ¡Ven aquí, Ricardo!

—Yo…

—¡Hostia puta! ¡¿Qué cojones es eso?!

Riiiiiikiiiiii… Tengo tus fotitos.

—Yo…  yo no soy ese…

Pero podrías serlo…

—¡Déjalo, hostias! ¡Corre!

—¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! Nonononononono ¡NO!

Bzzzzzzzzzt

¿Algo que decir, Viajero?

Otras textos del estante Instantes